Tweet El Cea: Monserga sobre las nubes

sábado, 19 de febrero de 2011

Monserga sobre las nubes

No siga leyendo si no tiene tiempo que perder,
En un lugar de las españas de cuyo nombre no me acuerdo (o no puedo, o no quiero), hay un grupo de personas con diversidad funcional, y también mamis y papis de chavalería diversa, compartiendo un común denominador: estamos disconformes con el statu quo del “es lo que hay”, puesto que no resuelve adecuadamente nuestros requerimientos, y vamos a intervenir en nuestros asuntos con voz propia y en directo.
Son gente que cree en aquello que el Foro de Vida Independiente (FVI) predica y construye porque, sencillamente, consideran que les puede ser mucho más provechoso y satisfactorio para su incontestable ambición de vivir decentemente, siendo respetados, y procurando oportunidades y recursos para minimizar las ocasiones de infelicidad que pudieran sucederles en su existencia.
Estas personas creen en Vida Independiente (VI) puesto que han observado y aprendido de la experiencia beneficiosa de otras personas como ellos, de iguales. Son capaces de imaginarse en situaciones deseables y emprendiendo iniciativas efectivamente válidas para ello, conforme a sus necesidades y deseos, en el lugar donde viven. Y confían en que pueden hacerlo, ¿por qué no?
Algunas de estas personas ya han apreciado las ventajas de VI, al actuar en la red del FVI, casi siempre mediante Internet, en la nube, aunque también han podido coincidir en eventos o acciones de grupo con personas de otros lugares distantes. Han visto, o les han contado, ejemplos de como es posible defender los propios derechos y producir cambios, prosperando en independencia y libertad, en el día a día. Lo han comprendido a través de las experiencias de personas con diversidad como ellos, en las españas y en otros países.
Les unen fuerzas muy simples y poderosas que, en esencia, les impulsan a lograr que ellos o sus hijos tengan lo que consideramos una vida independiente, algo así como poder ser los dueños de su tiempo, de sus vidas sin que su diversidad sea un vil motivo de discriminación, y quieren que la Convención de la ONU de 2006 sea una fuente de escenarios prácticos en su cotidianidad, acatada por y para todos.
De hecho, más o menos ocasionalmente o de modo sostenido, con carácter general o particular, algunos han colaborado en la elaboración y difusión de actos y documentos, unos prospectivos y otros reivindicativos, sobre sus aspiraciones y circunstancias, para que las realidades conceptuales y virtuales de los papeles se plasmen en su existencia física con hechos y realizaciones tangibles.
Más aún, conocen los casos de personas que son capaces de influir y lograr cambios debido a que gozan de cierto poder político organizativo o económico, o a su autoridad moral o peso social. Comprenden que hay personas cuyo su prestigio genera en sus interlocutores gran receptividad y predisposición a producir acciones políticas y administrativas, con efectos positivos para el auge de los derechos de las PDF y de las recetas de VI. Aprecian la excelencia y la bondad que representa tener apoyos de tal calidad para lograr cambios en su propio pueblo o barrio, aunque en solitario difícilmente podrían disfrutarlos.
También se percatan de que lo tejido en la red tiene una sustancia propia, con fórmulas y síntomas de las usanzas en la comunidad física, pero falto de consistencia para intervenir en el día a día de la comunidad más genuina, allí donde se habita, donde las relaciones cara a cara, el contacto visual y físico, la resonancia de las voces vivas y los gestos son necesarios para establecer y arraigar relaciones, plantear propuestas, mantener disputas y llegar a acuerdos, sosteniendo las pretensiones en el tiempo, directamente, con presencia sensible.
Han percibido los avances que la acción de la red del FVI está produciendo, han comprobado las ventajas de la cooperación mediante Internet y los efectos beneficiosos de su traslación a la acción socio-política, pero cuando bajan de la nube y se encuentran en la calle de su barrio o aldea también perciben una gran soledad (o quizás desamparo) e impotencia. Se encuentran inermes frente a una realidad material que funciona con costumbres, instituciones, organizaciones de gobierno, medios de comunicación, recursos de servicios, etc, en clave corpórea, sumidos un ambiente donde el modo de relación y de acción de la nube (aún siendo útil) pierde buena parte de su fuerza y efectividad.
Enfrentados con las grandes dificultades que implica el trasladar esa visión deseada del mundo, esos principios y esquemas tan satisfactorios, a su entrono y circunstancias, es decir, al contexto de relaciones sociales y políticas y de medios materiales donde quieren producir los cambios que les permitirán habilitar sus derechos, disponer de apoyos y tener los recursos necesarios para vivir la vida que ellos desean, precisan de herramientas que les permitan superar ese vacío y ser capaces de hacer su VI.
Quieren su parte de felicidad en esta sociedad, muy concretamente, donde les ha tocado habitar, para ello van a aplicar el viejo principio de “piensa en global y actúa en local” y deciden desplegar sus voluntades y potenciales para convertirse en agentes efectivos del cambio hacia VI en su comunidad. Por eso van a coger ese ideario de VI, con sus principios, esquemas y experiencias acumuladas, y van a bajarlo desde la virtualidad de la nube al nivel de la realidad terrenal. Van a trabajar la red de VI con las prácticas y ceremoniales que la comunidad entiende, con sus formas acostumbradas, en el escenario comunitario, en pie de igualdad con los demás grupos de interés que actúan en esa escena. Quieren hacerse actores relevantes en su comunidad para cambiar el rumbo de los asuntos que les interesa y para ello van a funcionar de manera que la comunidad les perciba como tales: van a utilizar un medio adecuado en ese contexto, van a hacer un hueco para su mensaje y van a promover el logro de sus objetivos, para cambiar su ambiente y su suerte: van a constituir una organización formal con estructura y legalidad ajustada a las reglas del juego.
Pueden ser un grupo heterogéneo, con aficiones diversas, creencias políticas y religiosas que pueden coincidir o no, edades y condición social diversas, pero, en todo caso, tienen claro que sus diferencias son insignificantes ante el propósito que les une y que les lleva a formalizar una institución democrática, no lucrativa e independiente de otras de cualquier clase.
Establecerán un nuevo instrumento que va a significar un medio muy relevante en su espacio de juego, con unas características que les diferencian de otros existentes, se trata de: un mecanismo de atención a los derechos humanos de las PDF; no trata las personas con diversidad funcional de forma segmentada o taxonómica; aboga por la inclusión, la participación natural en la comunidad y condena la discriminación; procura realizar derechos, garantizar apoyos humanos y materiales para abordar el día a día y lograr recursos técnicos adecuados para cada persona.
Su origen es VI y su marca es VI, sus fines y objetivos les aportan una fuerza que les distingue de otros actores. Surgen compartiendo un meritorio ideal que viene a contribuir con una nueva perspectiva para abordar los asuntos en la comunidad, es decir, vienen aportando utilidad y creando valor. Han aprendido de errores anteriores, observando y experimentando hechos decepcionantes y recibiendo e incorporando conocimiento de las experiencias de éxito. Están dispuestos a sostener lo bueno de las prácticas y experiencias compartidas en la distancia y en la cercanía, asimilando y difundiendo saberes y buenas prácticas de VI.
Conocen las virtudes y defectos humanos. Saben que las personas pueden padecer de egoísmo, vanidad, envidia, ambición, astucia insana, y demás imperfecciones que pueden empañar y hasta derribar proyectos colectivos. Pero también entienden hay personas altruistas, generosas, solidarias, responsables y dispuestas a hacer el bien. Además, están dispuestos a admitir que el riesgo existe como algo intrínseco de las acciones humanas y que la mejor forma de evitarlo es quedarse inmóvil, con lo cual estarían renunciando a la posibilidad de luchar por sus sueños y de lograrlos, por lo que consideran que merece la pena arriesgarse a emprender su liberación e independencia.
Se reunirán, redactarán unos estatutos que encarrilarán sus estrategias y acciones, de modo que puedan evitar fallos en la visibilización de las personas diversas, manteniendo a ralla las tentaciones de la industria segregación y la discriminación. Inscribirán su marca distintiva y sus estatutos en los registros oportunos, para disponer de forma jurídica legalizada, con derechos y obligaciones, viabilizando la relación administrativa y fiscal con el Estado y sus instrumentos, capacitándose al mismo nivel legal de los demás actores del sistema.
Podrán hacerse visibles y participar en el baile, sobre la pista común, bailando música de VI, tirando a puerta para hacer goles a la discriminación tantas veces como puedan y quieran. Entrarán en la escena de la acción social de su comunidad y podrán utilizar el mismo lenguaje (o pervertirlo, si lo desean). Convocar ruedas de prensa en las que la directiva o los portavoces hacen declaraciones, cuestionan o proponen; promover programas y acciones en línea de VI; participar en las instituciones, en paneles de expertos, en las dinámicas de la acción vecinal, cultural y económica de la comunidad; cooperar con las instituciones educativas; publicar informes propios o colectivos; etc, etc, etc… Y hacerse relevantes para que otras PDF, o sus mamis o papis, gente que deambula perdida malogrando su vida en la selva de burocracias, pandillas de pillos y tiempos administrativos, aquellos que empantanados en el lodo de la caridad y el modelo de la curación y los milagros pierden tiempo y caudales, o, simplemente, quienes se encuentran subidos a un tren parado en el cambio de vías sin que parezca que acabe de iniciar la marcha hacia la estación deseada.
Se puede y se debe semillar en la red de la nube, pero si los brotes no se plantan en la tierra nunca llegarán a todos aquellos que ahora mismo están atrapados en el deslumbrante cardenillo del sistema. Nuestros derechos deben saltar del papel a la realidad, nuestra fortaleza debe bajar de la red en la nube al la red en el suelo, y el ritmo de nuestros derechos lo podremos marcar nosotros mediante la acción de red actuando en la tierra propia, también.
Y, finalmente, disculpen las molestias por la monserga (el hombre del tiempo falló), pero les ruego observen que cualquiera de los miembros del FVI podría ser una de las personas mencionadas. Anímense y pongan los pies en el suelo!!!

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