Presidente de turno de la Unión Europea
Señor Presidente:
Hoy, día 27 de enero de 2010, fecha designada por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Internacional del Recuerdo del Holocausto, se conmemora el 65 º aniversario de la liberación de los campos de concentración y exterminio nazis y el fin del Holocausto del pueblo judío. Durante la pervivencia del régimen nacionalsocialista alemán, no menos de 275.000 personas con diversidad funcional (discapacidad) fueron torturadas, denigradas y asesinadas con la aquiescencia de la comunidad médica sólo por su condición diferencial.
Señor Presidente, la idea de que la especie humana puede circunscribirse a unos patrones de “normalidad” y que cuanto se aparte de esa representación es el resultado de lo imperfecto, de lo reparable, del azar que obstaculiza el progreso general hacia la igualdad y la justicia para todos, es una idea que ha enquistado la percepción adversa de la diversidad funcional. El paso del tiempo ante el ya lejano horror nazi que fue planificado y justificado gracias a una histórica representación negativa y perniciosa de la diversidad funcional que alcanzó su punto álgido en la barbarie genocida, no ha disuelto aun el sustrato ideológico en el que creció y que desvaloriza la condición humana, el derecho y la dignidad de estas personas y sus familias.
En la Europa de los 27 aun es fácil observar los vínculos que unen pobreza, ausencia de derechos humanos y civiles y diversidad funcional. Sigue siendo constatable que el recurso social con el que buena parte de los estados de la Unión responden a la diferenciación biológica, del aprendizaje o el comportamiento, entre otras muchas, es la reclusión en instituciones de todo orden y la segregación social y económica.
Señor Presidente, estamos firmemente convencidos de que el devenir histórico ha dado amargas lecciones a la sociedad europea que difícilmente volverán a impartirse, pero también somos conscientes de que alejaremos esas o parecidas sombras del pasado si exigimos con la mayor firmeza a nuestros representantes políticos que establezcan recursos, modos y procesos que respeten con exquisitez la diversidad, la variabilidad humana.
Es así que, coincidiendo con la Presidencia Española de la Unión Europea, desde la Red Europea de Vida Independiente, deseamos trasladarle la idoneidad del momento para que las instituciones políticas y administrativas de la Unión Europea, bajo el impulso de la Presidencia Española de turno, establezcan una política social común que inicie sin titubeos el fin del internamiento de las personas con diversidad funcional en Europa y que concrete en medidas legales y presupuestarias la asunción de la Convención las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad.
Quedamos a su disposición. Atentamente,
JOSÉ ANTONIO NÓVOA ROMAY
REPRESENTANTE DE ESPAÑA EN LA JUNTA DIRECTIVA DE ENIL
www.enil.eu
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