Tweet El Cea: Martín, otra historia de abusos

domingo, 9 de enero de 2011

Martín, otra historia de abusos

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Ojalá estuviéramos leyendo una obra de ficción como aquella que comenzaba: “En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme...”. Efectivamente, se trata de la obra cumbre de D. Miguel de Cervantes,”El Ingenioso Hidalgo D. Quijote de La Mancha”. Y por supuesto nos encontramos en esa tierra ante un hecho que hay que calificar de quijotesco porque en un pueblo llamado Pedro Muñoz, en la provincia de Ciudad Real ha sido donde han acaecido los siguientes e indecentes hechos. La historia se puede resumir en pocas palabras: Martín creía que no tenía amigos, y cometió el error de buscarlos en el sitio equivocado. Las malas personas se hallan con facilidad en pueblos como éste, de menos de 10.000 habitantes, aquí suponen un mayor peligro que en ciudades de 100.000, en las que encuentran escondrijo con mayor facilidad.
Pero lo sucedido tiene dos caras. La parte buena es que actos de violencia contra el más débil, como este, se denuncian cada vez con más frecuencia y que a su vez empiezan a tener una repercusión, si bien moderada, en los medios. Bastaron un artículo en el diario El mundo y unos minutos dedicados al asunto en un programa de Onda Cero para que el tema tuviera mayor presencia en la sociedad española. A los pocos días se había abierto incluso un grupo en una conocida red social, que se denominaba “yo también soy Martín”.
Por otro lado, lo malo es la propia existencia de hechos como éste. También es negativa la lentitud demostrada por la justicia y que precisamente sea en el ámbito rural donde acontecen con mayor frecuencia este tipo de sucesos, por lo que el pueblo se empieza a convertir para las personas con diversidad funcional, más que en un refugio, en una prisión.
Lo peor de todo es la escasa reacción de los poderes públicos. Hay que lamentar que las autoridades, tanto locales, autonómicas y nacionales apenas reaccionaran.
Positivo es el hecho de que la población, no solamente del pueblo, sino de toda la nación haya mostrado su cariño hacia el joven. Se aprecia un comienzo de sensibilización de la ciudadanía hacia este colectivo discriminado. Hay que destacar el intento frustrado de suicidio por parte de Martín que se intentó quemar con gasolina, pero ahí estaba su madre María del Mar para impedir que se consumara el hecho que hubiera resultado fatal.
Las secuelas físicas vuelan levemente comparadas con las secuelas psicológicas que en ese caso resultan más profundas, dañinas y duraderas. El vivir en el ámbito rural empieza a ser una amenaza continua para una persona de estas características, máxime cuando la orden de alejamiento esperada se olvida de los agresores. Estos días Martín y su familia han tenido prácticamente que huir a un lugar de Alicante a pasar tranquilos las vacaciones de Navidad, en lugar de que una orden de alejamiento fuera dictada contra los agresores.
La rotura y avería de la motocicleta que poseía la persona de la que hablamos no es ninguna broma, tampoco significa una inocentada agredir físicamente al muchacho y menos aún lo es bajarle los pantalones y colgar su imagen desnudo en otra red social supuestamente dirigida a jóvenes y niños. Todo ello ha llevado a que tras regresar al pueblo, con nueva paliza incluida, los padres de la criatura estén realmente desesperados, hasta el punto de que pidan ayuda de donde proceda.
Todo ello demuestra la necesidad de que exista un seguimiento tanto por parte de las administraciones responsables como de los medios de comunicación que tienen que ser más conscientes cada día de la importancia que tienen dentro de la sociedad en la que vivimos.

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