http://www.derechoshumanosya.org/node/1000
El acceso a la información por parte de las personas con diversidad funcional visual, no se soluciona con la mera audiodescripción de los programas de televisión en los momentos en que se guarda silencio. Tampoco se ha solucionado con la llegada de la informática y la entrada masiva de las nuevas tecnologías en nuestras vida, ya que un alto porcentaje de páginas web, tanto públicas como privadas, presentan deficiencias enormes en cuanto a la accesibilidad al total o a partes de sus contenidos para las personas con esta diversidad funcional. Se vulnera con ello la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, ya desde su Preámbulo, y a numerosos artículos entre los que sobresalen el nueve, relativo a la accesibilidad, pero sobre todo el 21, que hace referencia a la libertad de expresión y de opinión, y de acceso a la información. La Convención fue ratificada por España desde hace ya más de dos años.
Existen, además, una gran cantidad de actividades cotidianas que una persona con diversidad funcional visual no puede realizar sin ayuda de una tercera persona, con la consiguiente pérdida de intimidad que ello comporta, intimidad que, como es obvio, resulta necesaria para una vida plenamente autónoma y digna.
Algunos ejemplos de gestiones que no puede realizar una persona con estas características por sí sola son los siguientes: leer y firmar una petición de custodia en una separación, leer y firmar una hipoteca, rellenar un simple certificado de empadronamiento, realizar una declaración de hacienda, responder a cualquier requerimiento para abonar el impuesto sobre la vivienda o elevar a público ante notario cualquier documento. Así, prácticamente todas las gestiones soportadas documentalmente les están vedadas a estas personas.
Esto sucede con la práctica totalidad de los documentos públicos al no encontrarse disponibles en el sistema Braille de lecto-escritura.
En definitiva, el Foro de vida Independiente y Divertad denuncia públicamente que se trata a las personas con diversidad funcional visual como si fueran auténticos analfabetos cuando, evidentemente, se trata una vez más de una barrera administrativa y social construida al transcribirse los documentos públicos y de uso público a un solo código lecto-escritor vetado para las personas con diversidad funcional visual.
sábado, 6 de noviembre de 2010
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