Tweet El Cea: Carta no publicada a la Revista Viajar

domingo, 27 de septiembre de 2009

Carta no publicada a la Revista Viajar



Estimado señor director:
A mediados de septiembre realicé una escapadita a Madrid. En primer lugar debo agradecer a mi hermano y mi recién estrenada cuñada el haberme llevado allí. Por las dificultades tanto en el transporte ferroviario como aéreo como en autobús, y las complicaciones para encontrar un alojamiento en la capital del reino, me habria resultado imposible acudir a esa magna ciudad sin la colaboración de mis familiares.
La cita la había realizado el Foro de Vida Independiente para marchar por la calle Atocha con miras a que las personas con diversidad funcional nos hiciéramos visibles la tarde del 12.
El viaje en coche fue largo pero, como yo no conduzco, no se me hizo pesado en absoluto. Salimos de Málaga el viernes después de almorzar. El sábado, día en que comenzaba la tercera red de marchas por la visibilidad de las personas con diversidad funcional teníamos la mañana libre para hacer un poco de turismo.
Lo cierto es que Madrid siempre me había parecido un poco antipática por su tamaño. Es tan grande todo que me hace sentir como una hormiguita. Decidimos visitar la menor cantidad de monumentos posible. Dimos una vuelta sólo por el CAC Reina Sofía.
A mí basta con plantarme ante el Guernica para quedarme ante él durante largo tiempo como embobado. Y eso mismo hicieron mis familiares mientras ellos admiraban joyas de Dalí, Miró, Goya, Gris y otros. Tras esta visita al museo, comimos en la calle Embajadores, un deleite de comida, tanto por la compañía como por el barrio.
A las seis de la tarde, comenzó la marcha por la que habíamos viajado. Sobre las nueve ya nos encontrábamos afónicos de gritar, cantar y reir. Madrid ya no me cae antipática.
Atentamente,
César Gimémez Sánchez.

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