Dos discapacitados bloquean un autobús de la EMT al no funcionar la rampa de acceso
Colocaron sus sillas de ruedas frente al autocar · El conductor les dijo que debían esperar al siguiente vehículo
Pablo D. Almoguera / Málaga
"No tengo nada contra el conductor y pido perdón al resto de personas que esperaban por el perjuicio que les he podido causar, pero en determinados momentos hay que actuar así". María Soledad Torres explicaba de este modo qué le llevó ayer a bloquear, junto a otro discapacitado, la salida del autobús de la Empresa Malagueña de Transporte (EMT) en el que pretendían regresar a su casa y al que no pudieron acceder porque no funcionaba la rampa. La protesta de ambos duró una media hora y concluyó con la intervención de agentes de la Policía Local de Málaga, que informaron a la mujer de los cauces a seguir para reclamar. Ésta no mostró mucha fe, pues ha presentado una veintena de reclamaciones "que no subsanan el problema". "Únicamente te envían una carta con buenas palabras", asegura.
Los hechos ocurrieron en torno a las 13:00 en la parada de la línea 3 de la Alameda Principal, haciendo esquina con la calle Puerta del Mar, cuando María Soledad y otro discapacitado se disponían a subir en el autobús y se encontraron con que la rampa por la que debían subir no funcionaba.
Según relató la afectada, el conductor les dijo que deberían esperar el siguiente vehículo, lo que alteró al hombre y le llevó a situar la silla de ruedas frente al vehículo para impedir que saliese.
"En un principio le dije que se calmase", señaló María Soledad, "pero después me di cuenta de que no me podía quedar con los brazos cruzados y me puse junto a él".
Los dos discapacitados exigían poder viajar en el autobús y preguntaban al personal de la EMT que se desplazó hasta la parada por qué tenían que pagar las deficiencias del servicio esperando.
Una pareja de la Policía Local acudió al lugar y se entrevistó con los dos discapacitados, que agradecieron la atención de los agentes. Éstos les hicieron ver que no podían detener la marcha del vehículo de línea y, tras unos veinte minutos aproximadamente, se recuperó la normalidad.
María Soledad Torres criticó el funcionamiento de las rampas de los autobuses de la EMT. "Hay días que tengo que esperar dos y tres para poder ir a donde quiera porque no funcionan y también está el problema de que, como tienen distintos funcionamientos, algunos conductores no saben desplegarla. No tengo nada contra ellos, porque son amabilísimos e intentan ayudarnos en todo lo posible, pero estas situaciones no se pueden permitir", manifestó la mujer. No es la primera vez que actúa así, porque hace seis años paró otro autobús durante una hora y ya ha presentado una veintena de reclamaciones para que se subsanen las deficiencias en este sentido.
El gerente de la Empresa Malagueña de Transporte, Miguel Ruiz, explicó que, por el hecho de que la Carretera de Cádiz esté en obras y que ayer estuviese lloviendo en la capital, puntualmente una rampa puede estropearse, pero precisó que se habló con la mujer para explicarle que justo detrás había otro autobús en el que podía subir sin problemas.
Ruiz manifestó que se sintió dolido por lo ocurrido, pues, según su testimonio, se ofreció una solución rápida al problema y descartó que las rampas de los autobuses de la EMT sean defectuosas porque "todas las noches cuatro personas se encargan de revisarlas y ninguno que la tenga rota sale a la calle".
Además, destacó que Málaga es una de las capitales con más autobuses adaptados y señaló que esta cuestión es prioritaria dentro de la empresa municipal.
jueves, 11 de diciembre de 2008
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