Vamos a ver, si yo veo a un caco robándole el bolso a una
señora y sé quién es, lo denuncio pero no para que se conciencie bien de que no
debe robarle a las señoras, sino para que le devuelva su bolso y pague las
consecuencias como ladrón que es. Debe retornar dinero, pagar una multa,
ingresar en prisión si fuera el caso, pagar daños morales, humillaciones y todo
lo demás que sea menester.
Pues lo mismo ocurre con este hombre del pub que le negó la
entrada a unos jóvenes con síndrome de Down: Yo no le denunciaría sólo para que
se conciencie, ni para que se sensibilice. Yo le denuncio para que rinda
cuentas ante la justicia como discriminador que me parece. Porque ya está bien
de dejarse avasallar gratuitamente. Así no avanzamos nada en la aceptación de
la diversidad humana. Si el juez dictamina que lo ocurrido el día 7 es un
delito, y a mí me parece uno bastante grave, no es deber de la víctima hacer de
educador social de este delincuente. Sería simplemente como darle un cachete a
un asesino en serie. La educación social será parte de la pena que presuntamente
le pondrá la justicia para que dicho individuo se reinserte en la sociedad.
La pena consiste en castigo y reinserción. Tan importante es
uno como otra. Digo yo.
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